La fascinante vibración de los cantos de ayahuasca en el agua

A Naziha Mestaoui siempre le ha fascinado lo invisible. Dedicó años a leer todo lo que pudo sobre física cuántica para entender la naturaleza de la realidad. Le fascinaba cómo el tiempo, tal y como lo conocemos, no existe en la escala cuántica y realizó un aclamado arte contemporáneo que exploraba esta idea. Ella y su colaborador Yacine Ait Kaci, conocido como Electronic Shadow, han sido expuestos en el MOMA de Nueva York, el Centro Georges Pompidou de París y la Bienal de Arte Contemporáneo de Sevilla, entre otras destacadas muestras.

Pero, como muchos artistas, Mestaoui acabó sintiendo que había llegado el momento de que su obra evolucionara. En su caso, sentía que su obra era “demasiado fría y cerebral”, demasiado centrada en lo que había aprendido de los libros y las ecuaciones matemáticas. ¿Cómo podría experimentar, se preguntaba Mestaoui, otra forma de percibir la realidad?

Entonces, por suerte, en 2011 fue invitada a asistir a un diálogo entre 12 tribus amazónicas diferentes que buscaban formar una coalición. Allí se hizo amiga de Iban, un chamán de la tribu Huni Kuin, en la frontera entre Brasil y Perú. Comenzó lo que se ha convertido en una residencia artística de varios años y una colaboración con la tribu en su tierra, a cinco días de viaje desde su casa en París. En su instalación Sounds of Light, explora todos los temas que la llevaron por primera vez a este lugar que ahora considera su segundo hogar. Mestaoui utiliza la cimática, la ciencia que estudia cómo el sonido genera formas en la materia física, para hacer visibles los cantos sagrados de los Huni Kuin.

Para la obra, grabó el canto de Iban, que es un guardián de tercera generación de estos cantos. Utiliza las vibraciones de la grabación para crear patrones sobre el agua en un cuenco transparente. Estos patrones, que se crean en directo en el agua mientras suenan las canciones, son también lo que ocurre en el cuerpo humano cuando cantamos y escuchamos estas canciones, dice, ya que el 80% del cuerpo humano es agua. Además de estas vibraciones, la actividad cerebral del chamán mientras canta, que Mestaoui también grabó, puede verse proyectada en la superficie del agua. Es una forma, dice, de que la gente vea sus emociones mientras realiza este trabajo sagrado.

Al participar en rituales, de ayahuasca y otros, con los Huni Kuin, Mestaoui consiguió lo que buscaba: la oportunidad de experimentar realidades diferentes. Ahora, además de su fascinación, la impulsa su deseo de inculcar la reverencia por los conocimientos y creencias indígenas. «La realidad en la que viven los Huni Kuni es inmaterial: los sueños son muy importantes, tienen una relación muy fuerte con la naturaleza, pero la naturaleza no es algo material, sino que está formada principalmente por espíritus», explica a DoubleBlind. «Las canciones son una forma de comunicarse con el mundo de los espíritus».

Así, a través de Sounds of Light, Mestaoui cree que no sólo hace visibles las vibraciones invisibles de la música, sino que tiende un puente entre esta realidad, tal y como la entendemos, y la inmaterial de los espíritus. Y eso, dice, la devuelve de la manera más hermosa a la física cuántica, donde se fascinó por primera vez con el poder del arte para reconciliar nuestras diversas realidades.

Enlaces:

– Publicado originalmente en Double Blind: ‘Watch de Vibrations of Ayahuasca Songs Projected on Water’. (Vía Hermanosis)

-Instagram de Naziha Mestaoui

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