Sudamérica se ha convertido en una de las regiones del mundo más castigada por la pandemia del Covid-19, que empieza a remitir en Europa. Brasil es el segundo país con más afectados, 363.211 a día de hoy, mientras Perú alcanza los 120.000 afectados y las autoridades se ven impotentes para contener la extensión de la enfermedad.
Brasil, Perú, Colombia y Ecuador son cuatro de los países que albergan en sus territorios gran parte de la selva amazónica, la zona más castigada por el Covid-19. La falta de recursos médicos y el aislamiento de las comunidades ha disparado la mortandad por el coronavirus en las provincias amazónicas de cada uno de los países citados, tal y como explica este reportaje de la CNN. La incidencia del virus tiende a ser dos veces mayor comparada con otros estados de los mismos países.
«En Loreto, la principal región amazónica del Perú, la situación es crítica», explica el corresponsal peruano de la CNN. Por su parte, Virgílio Neto, alcalde de Manaos, denuncia que lo que está ocurriendo en la capital amazónica de Brasil, «es algo muy grave. Algo que si no nos hacemos cargo podría ser un genodicio». Por su parte, Ecuador registra los peores índices per capita de contagios y muertes de la región.
El caso peruano
“Perú respondió a tiempo al coronavirus, ¿qué es lo que está fallando entonces?”, se pregunta The Guardian en un artículo fechado el 20 de mayo. Mientras Bolsonaro saboteaba en Brasil las medidas de distanciamiento social, Perú no tardó en decretar un severo confinamiento y hacer miles de test, unos 600.000, antes que el resto de los países del continente. Sin embargo, el número de muertos ha alcanzado la cifra de 3.456, según los datos actualizados de la Universidad John’s Hopkins. Según explican los expertos consultados por el rotativo inglés, la población ha desatendido el confinamiento.
Los shipibos en Lima
El artículo de The Guardian hace hincapié en la crítica situación de la comunidad shipibo-konibo en Cantagallo (Lima), donde 73% de sus 2.000 habitantes han dado positivo por covid-19, poniendo en riesgo la supervivencia de la comunidad. Para evitar el contagio de la enfermedad, el barrio ha sido cercado por 200 soldados y 50 policías, tal y como denuncia el líder de la comunidad, Gabriel Indalicio, en el medio independiente Wayka, que está informando puntualmente de la situación en Cantagallo:
«Estamos aislados. Nos sentimos encarcelados, sin tener servicios básicos y como si estuviéramos abandonados».
Cantagallo nació en los años 90 del siglo pasado como un asentamiento de los miembros de la comunidad shipibo-konibo desalojados de la región amazónica del Perú por la deforestación y en busca de oportunidades académicas y laborales.
Los shipibo son una de las etnias amazónicas que mejor han conservado la tradición de la ayahuasca. Sus inconfundibles ícaros y los kené, los característicos dibujos geométricos que representan las visiones de la ayahuasca, son algunos de los legados más reconocibles por cualquier ayahuasquero del mundo.
Ahora, este “gueto indígena, en pleno corazón de Lima”, se enfrenta a una nueva epidemia y, tal vez, a su propia supervivencia como pueblo, tanto en la capital como en la floresta.
Fuentes:
–‘Alerta Amazonía: la región es zona roja de contagios de covid-19 y podría sufrir un “impacto desproporcionado”’, CNN, 21 de mayo de 2020.
–‘Coronavirus: ¿por qué Ecuador tiene el mayor número de contagios y muertos per cápita de covid-19 en Sudamérica?, BBC, 2 de abril de 2020.
–‘Peru’s coronavirus response was ‘right on time’, so why isn’t it working?’, The Guardian, 20 de mayo de 2020.
-‘Cantagallo: Cerco a comunidad los deja a merced del Covid-19 sin agua ni desagüe’, Wayka, 21 de mayo de 2020.
-‘El kené shipibo y las visiones de la ayahuasca. Diseñar lo infinito. Pintar lo inefable’, Héctor Márquez, Periferia, 25 de octubre de 2016.
I don’t understand why in those areas with high temperature the Sars-CoV-2 is spreading and considered dangerous.
It is a non-sense, or they have another strain of this virus, which is known to resist only at low temperatures below 18C.
It is not contagious by air or surfaces and asymptomatics are not infecting others; on the contrary they could only spread attenuated virii better overwhelmed by weak persons.
So natives of Amazon are fooled like us to believe this fraud, or they are subjected to different biological warfare agents.