Giorgio Samorini: «No existe evidencia del uso de ayahuasca más allá de 300 o 400 años»

Puede que el consumo de ayahuasca no sea una tradición ‘milenaria’, una etiqueta que se utiliza con cierta ligereza, dada la ausencia de registros arqueológicos que refuten este uso. Así lo asegura el etno-botánico italiano Giorgio Samoroni, un auténtico erudito en el uso ancestral de las sustancias alteradoras de la conciencia, que ayer presentó online su libro ‘Arqueología de las plantas embriagantes’ (Ed. Escola de Vida), traducción al castellano del original en italiano.

Samorini traza en su libro un ‘mapa’ de las pruebas arqueológicas disponibles hasta la fecha del uso de plantas embriagantes en todo el mundo, desde el Egipto de los faraones a la antigua Roma, pasando, cómo no, por el continente americano, fértil en todo tipo de drogas naturales y donde hoy se siguen practicando muchos de estos ritos, algunos ‘ancestrales’, otros, no tanto.

Concretamente, la ayahuasca, la mixtura amazónica que se consume en todo el mundo y que puede que no se usara en la floresta antes de la llegada de los conquistadores españoles. «No existe evidencia del uso de ayahuasca más allá de 300 o 400 años», señaló contundente Samorini durante la presentación vía Zoom de su nuevo libro. La ayahuasca estuvo más presente durante la presentación que en las propias páginas del libro, en parte por las preguntas de los asistentes y en parte por el papel de cicerone que adoptó Josep Maria Fericgla, antropólogo y renombrado estudioso del mundo ayahuasquero.

La ausencia de pruebas determinantes sobre el uso de la ayahuasca se debe a la propia naturaleza del entorno amazónico, un territorio en el que no existen las piedras y, por tanto, apenas sobreviven recipientes, artefactos o construcciones de épocas remotas, una dificultad que Samorini también se ha encontrado en el estudio arqueológico de la iboga en Gabón.

Sin embargo, apuntó el investigador italiano afincado en Mallorca, el hecho de que la práctica de la ayahuasca no sea milenaria no significa que no tenga un enorme valor médico y cultural: «De hecho, demuestra que los pueblos amazónicos fueron capaces de descubrir esta bebida también en tiempo de contactos con los blancos». Por otro lado, cuando Samorini habla de ‘ayahuasca’ se refiere a la bebida originaria de mezclar la liana ayahuasca con el arbusto chacruna, no de la liana homónima, Banisteriopsis caapi: «Posiblemente, el uso de la liana ayahuasca data de mucho antes, si bien no es posible demostrarlo», apuntó.

El ‘kykeon’ y los Misterios de Eleusis

Pero no sólo de ayahuasca vive el hombre. Milenios antes de que los pueblos amazónicos empezaran a tomar ayahuasca (o no), en la antigua Grecia se celebraron durante varios siglos los llamados ‘misterios eleusinos’, una práctica iniciática en la que se utilizaba un ignoto embriagante conocido como ‘kykeon‘. Mucho se ha especulado sobre la naturaleza del ‘kykeon‘. Albert Hoffmann, el invetor del LSD, atribuía al hongo Calaviceps purpurea, conocido vulgarmente como ‘cornezuelo del centeno’, las propiedades visionarias que describían los asistentes a los Misterios de Eleusis, incluyendo a Platón, Aristóteles o el emperador Marco Aurelio.

Pues bien, según Samorini, aquella sospecha ya tiene conformación directa que corrobora que Hoffman estaba en lo cierto: en un templo dedicado a Eleusis en Mas Castellar (Girona) se encontraron restos de ergot «en una vasija y en el cálculo dental del esqueleto de un hierofante», un sacerdote de aquel culto iniciático. El templo es relativamente reciente, del siglo IV antes de nuestra era, más de un milenio más tarde del inicio de esta prática, que se sitúa en la época micénica.

Si no tuviste ocasión de seguir la presentación del libro, siempre puedes volver a la conferencia sobre el mismo que Samorini dio en 2018 en La Térmica de Málaga, dentro del ciclo Aula Savia que organiza el periodista y agitador cultural Héctor Márquez.

No te pierdas:

‘Que el verdadero chamán dé un paso al frente’, Plantaforma, 31 de julio de 2020.

Un pensamiento sobre “Giorgio Samorini: «No existe evidencia del uso de ayahuasca más allá de 300 o 400 años»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *