«Hay una guerra para cargarse el modelo chamánico y que prevalezcan las prácticas biomédicas»

Francisco Azorín es un veterano en la defensa de los clubes cannábicos, una experiencia que aplica para poner en perspectiva las recientes operaciones policiales en ceremonias de ayahuasca. Azorín logró en 2021 una sentencia histórica sobre la ayahuasca en la Audiencia provincial de Málaga. En ella se reconocía que la ayahuasca no puede ser considerada «droga tóxica, estupefaciente o sustancia psicotrópica». Han pasado sólo dos años, pero la situación actual de la planta es muy otra. Nadie se atrevería a hablar hoy del «(pen)último juicio sobre la ayahuasca».

Conversamos con Azorín, miembro del despacho murciano Brotsanbert, sobre leyes, política, estrategias policiales y el papel del chamanismo en el pujante el ‘renacimiento psicodélico’.

A tenor de las últimas operaciones policiales, ¿consideras que hay en marcha una campaña política contra la ayahuasca?

Yo he estado mucho tiempo relacionado con el movimiento de cannabis y el cáñamo industrial, y siempre digo que es un tema de probabilidades: cuando los clubes de cannabis eran pocos, las Audiencias provinciales los consideraban legales y ni la sociedad ni la policía los veían como un problema, pero cuando todo el mundo empieza a abrir clubes de cannabis, la Fiscalía publica un informe en el que pide que se les acuse de un delito contra la salud pública para que los casos lleguen a la Audiencia provincial y el recurso llegue al Supremo, para que éste condenara los clubes sociales de cannabis.

Con el caso del cáñamo industrial pasó lo mismo. La Fiscalía considera que la flor de cannabis, tenga o no tenga THC, es un delito y, por tanto, hay que acusar.

Con el tema de la ayahuasca y los enteógenos está pasando lo mismo. Esto se ha hecho siempre desde el underground hasta que, de repente, han empezado a surgir asociaciones de ayahuasca, casas de retiros y han empezado las denuncias. En el caso de Juan Diego Eldorado, que fue el primero, la Guardia Civil intervino al ver la página web. En el caso de la famosa secta de Asturias fue por las denuncia de un pastor evangelista cuya hermana habías estado en ceremonias de ayahuasca, que denunció al correo antisectas. No sé si se debe a una estrategia o al azar. Lo que está claro es que la policía ya ha puesto la antena en los retiros de ayahuasca y pueden indagar, y si indagas en internet, lo tienes fácil para intervenir en ceremonias. Sin embargo, también lo tienes fácil para intervenir en todos los clubes de cannabis en un año y no se hace. Yo creo que con la ayahuasca va a pasar lo mismo: se va a dar un palo a uno mientras hay otros diez funcionando.

En los casos de Asturias y Berga, la policía ha utilizado el correo antisectas al que hacías referencia. ¿Existe alguna figura legal que prohíba o regule las sectas?

Al parecer este correo no ha sido creado específicamente por el tema de la ayahuasca. En segundo lugar, puede ser que se intente acusar de secta porque es la manera de acusar también como asociación ilícita cuando aún ellos no están constituidos como asociación. En el caso del cannabis se acusó de asociación ilícita para que el caso recayera en la Audiencia provincial y finalmente en el Supremo. En el caso de la ayahuasca, si la gente constituye asociaciones se podría acusar como delito contra la salud pública y de asociación ilícita, y a ver qué sentencia saldría pero por la cantidad de las penas el caso iría a la Audiencia provincial, lo que me parece peligroso porque el recurso iría al Supremo y del Supremo no nos podemos fiar mucho. Ahora mismo no hay sentencia del Tribunal Supremo que clarifique la cuestión de la ayahuasca, una cuestión que está clarificada en muchas sentencias de Audiencias provinciales, en especial la que conseguí en Málaga en 2021, que es muy clarificadora de por qué la ayahuasca no es una sustancia controlada.

No sé si la policía está intentando echar más leña al fuego para que la acusación de secta lleve aparejada también la de asociación ilícita. ¿Que sea algo mediático y sensacionalista? Puede ser también, en un contexto en el que los enteógenos aparecen regularmente en los medios generalistas y ya no dan miedo a nadie. Eso sí, si ya metes grupos sectarios, sumisión química y violaciones… la cosa da más miedo y el ‘establishment’ siempre intenta meter el miedo en el cuerpo al personal.

También puede ser un intento de intimidar al resto de la comunidad ayahuasquera.

Claro. Al final, ellos saben que, si bien no pueden pararlo, sí que consiguen recortarlo; la gente que tiene más cautela deja de hacer ceremonias y se reduce el mercado.

Lo único cierto es que todos los casos de maletas con ayahuasca los he archivado, excepto el de Málaga que no quiso archivarlo y entonces sacamos una buena sentencia.

Francisco Azorín, ‘Pasado, presente y futuro de la legalidad sobre sustancias psicodélicas’, durante la reciente Conferencia Psicodélica en Fuerteventura.

¿Y en el caso de Yecla, que estás llevando ahora?

En el caso de Yecla el problema es que incautaron 3 kilos de cannabis, pero lo cierto es que eran para consumo propio. Y no realizaban ceremonias de cannabis. Además, vieron las tres plantas de donde venían esos tres kilos y por eso pidieron la orden de registro. Es muy importante que no se tenga hoja de coca o cannabis en las ceremonias porque sí que son sustancias prohibidas.

¿Por qué no es conveniente llamar “medicina” a la ayahuasca?

La palabra “medicina” está muy bonita para no llamarla “droga” pero yo no la usaría. Ni hablar de depresión, de ansiedad, de adicciones… ya en su día esto se intentó frenar con las terapias alternativas por el gobierno de Aznar en 1996 y, más adelante, con la Orden Ministerial de las plantas prohibidas de Acebes, en 2004, que intentó prohibir 197 plantas e incluso las revistas cannábicas. Lo que pasa es que allí salió el informe de Sazatornil que decía que las revistas cannábicas no inducían al tráfico de drogas. Por su parte, la Ley de plantas prohibidas la anuló la Audiencia Nacional y una anulación que ratificó posteriormente el Tribunal Supremo. Sin embargo, en el BOE no aparece como anulada esa orden, de modo que parece que estuviera vigente y que, por tanto, plantas como la B. caapi estarían prohibidas, pero no es el caso. ¿Se trata de una omisión intencionada? Puede ser.

Los medios de comunicación están dando cobertura al renacimiento psicodélico, mientras reproducen las acusaciones de secta que lanza la policía contra las prácticas chamánicas. ¿Crees que se está preparando el terreno para abrir la puerta al primero –psicodélicos en contexto biomédico- mientras se veta el segundo?

Claro. Aquí se trata de allanar el camino para tratamientos biomédicos estandarizados y siguiendo los cánones de los estudios clínicos y la fabricación de medicamentos europeos, lo cual está muy bien pero también se pueden reconocer los medicamentos a base de plantas, los tratamientos tradicionales o hacer incluso como la herboristería: decir que esas plantas no sirven para curar determinadas enfermedades pero que se puedan consumir. Hay vías pero la farmaindustria no quiere que se reconozcan este tipo de plantas sino su principio activo, además un principio activo que en el caso de la psilocibina y la ayahuasca, al no ser patentables, están intentando patentar métodos de síntesis o isómeros, como la esketamina, patentada por Janssen (Johnson & Johnson). Son algunos ejemplos que nos permiten ver que la farmaindustria está detrás de las moléculas de estos psicodélicos y que va a haber una guerra en la que se intentarán cargar el modelo chamánico ceremonial para que la opinión pública sólo vea con buenos ojos las prácticas biomédicas.

¿Existe el riesgo –de seguir estos derroteros- que España prohíba la ayahuasca, como hizo Italia el año pasado?

Sucedió en Francia, también sentencias negativas en Holanda, en Italia… espero que con este gobierno no, pero si en las elecciones de noviembre sale la coalición de estos dos partidos que sabemos puede pasar de todo, por supuesto.

¿Crees que el PP es más prohibicionista que el PSOE?

El PSOE es muy prohibicionista, pero el PP y Vox son la Iglesia y esto está muy ligado a los nuevos rituales, las nuevas creencias, la brujería… y ahí entra la inquisición. Si esto se convierte en un problema, el legislador actuará pero al principio van a intentar solucionarlo por la vía judicial, porque también pueden actuar por el artículo 359 de Sustancias Nocivas y ahí habría que hacer una contrapericial y decirle a la Agencia del Medicamento “estas plantas no son tóxicas ni adictivas y, a pesar de que puedan tener efectos adversos, están reconocidas para tratar la adicción, la depresión, la ansiedad y el PTSD”. Estoy esperando que acusen a alguien con el 359 para ir con los peritos expertos y ver cómo se pronuncia el tribunal. Yo tengo sentencias que dicen que no es aplicable el artículo 359 de Sustancias Nocivas, pero si quieren bloquear esto pueden hacer lo que les dé la gana. Si le han metido mano al cannabis imagínate a la ayahuasca…

Enlaces:

‘El (pen)último sobre la ayahuasca en España’, ICEERS, abril de 2021.

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