Ofensiva policial contra la ayahuasca en España

En los últimos tres meses los cuerpos de seguridad españoles han intervenido en cinco ceremonias de ayahuasca y otras plantas maestras, deteniendo a los facilitadores, que están a la espera de juicio. Las detenciones e incautaciones han sido ampliamente difundidas por los medios de comunicación, que se han hecho eco de las notas de prensa publicadas por la propia policía.

¿Se trata de hechos aislados y puntuales o existe una estrategia política para deslegitimar el uso chamánico de la ayahuasca?, ¿existe una relación entre las detenciones en España y el actual ‘renacimiento psicodélico’?, ¿planea el gobierno español prohibir la ayahuasca, como hizo el año pasado Italia y Francia desde 2005?

El consumo de ayahuasca en grupos neochamánicos e iglesias ayahuasqueras (UDV y Santo Daime) se lleva a cabo, discreta e ininterrumpidamente, en España desde los años 90, y no ha sido hasta los últimos años que esta práctica ha empezado a atraer la atención de los medios de comunicación, muchas veces desde una perspectiva sensacionalista.

Por su parte, las autoridades españolas no han legislado específicamente sobre la ayahuasca y otras plantas enteógenas, en parte porque han estado por debajo del radar, en parte porque no constan denuncias ni accidentes graves en torno a la práctica.

El abogado Francisco Azorín considera que las últimas operaciones policiales contra la ayahuasca se pueden explicar por una simple cuestión estadística: «Esta [práctica] se ha hecho siempre desde el ‘underground’ hasta que, de repente, han empezado a surgir asociaciones de ayahuasca, casas de retiros y han empezado las denuncias».

Azorín lleva años implicado en la defensa de los clubes cannábicos españoles y consiguió en 2021 una histórica sentencia absolutoria respecto a la ayahuasca, en la que el tribunal reconoce que la bebida no puede ser considerada «droga tóxica, estupefaciente o sustancia psicotrópica». En este sentido, es significativo que de un centenar de denuncias relacionadas con ayahuasca –casi todas por incautación en aduanas de la mixtura- todas menos una hayan acabado en absolución.

Régimen legal

España está adherida al Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas de las Naciones Unidas de 1971. En este convenio, que regula los psicotrópicos, «no existe ninguna alusión directa a la ayahuasca, ni a las plantas componentes de la ayahuasca: Banisteriopsis caapiPsychotria viridis o Diplopterys cabrerana», según explica el también abogado Antonio Martín Pardo.

Si es así, ¿cómo se explican las detenciones y aprehensiones de ayahuasca en aduana? Por la interpretación ambigua de la legislación internacional, que prohíbe la DMT extraída pero no así la contenida en la bebida. Por si fuera poco, muchas partidas de ayahuasca han sido retenidas en aduanas por dar positivo en las pruebas de metanfetamina, esta sí, una droga prohibida y de indudables efectos perniciosos en la salud.

Sectas y ayahuasca

En dos de las intervenciones en ceremonias de ayahuasca y yopo, la policía española ha calificado de “sectas” a los grupos implicados: «[La ayahuasca se usa] con finalidades espirituales y sanatorias, rituales dirigidos de forma mesiánica por las capacidades superiores de su líder espiritual», reza el comunicado remitido por la policía con motivo de una de las operaciones.

Las intervenciones policiales vinieron precedidas de otras tantas denuncias realizadas al correo electrónico sectasdestructivas@policia.es, gestionado por la Comisaría General de Información.

No obstante, en España no está tipificada la figura jurídica de “secta”, se trata de una acusación «muy vaga» y que supone «una violación flagrante de los derechos humanos, porque hay una libertad religiosa y de conciencia amparada por la legislación española, más aún cuando en España se cuentan por decenas las sentencias judiciales que apuntan a que la ayahuasca no es una sustancia fiscalizada», explica la abogada mexicana Natalia Rebollo, coordinadora de Ayahuasca Defence Fund (ADF), una entidad que ampara legalmente a facilitadores detenidos por ofrecer plantas maestras en todo el mundo.

En el mismo sentido se pronuncia el antropólogo Santiago López-Pavillard, presidente de la Asociación Eleusis: «Es plausible pensar que el gobierno está tratando de buscar una fórmula para prohibir el creciente uso de la ayahuasca y otros enteógenos, hoy fuera de todo control administrativo, para desarrollar, posteriormente, una regulación que limite su uso al ámbito médico y farmacéutico exclusivamente. Esto se está viendo, precisamente, en el ámbito del cannabis».

Los casos francés e italiano

La situación legal de la ayahuasca en España podría derivar en prohibición, siguiendo los pasos de la vecina Italia en 2021, que a su vez emuló el veto francés a la bebida amazónica en 2005.

La prohibición de la ayahuasca en Francia puede explicarse como parte de la obstinada defensa de la laicidad del Estado, excluyendo por igual el uso religioso y el considerado “sectario”. En Francia operan varios organismos antisectas como Miviludes (Misión Interministerial de Vigilancia y Combate contra Derivas Sectarias, en sus siglas en francés), que estuvo detrás de la prohibición de la ayahuasca y cuyo modelo ha podido inspirar la creación del Grupo Antisectas de la Policía Nacional en España.

Hace un año, en marzo de 2022, Italia prohibió la ayahuasca por decreto ley e inspirándose en el modelo francés. Como sucede en España, la práctica de la ayahuasca llevaba proliferando por todo el territorio italiano y el gobierno decidió cortar por lo sano.

Uso biomédico vs uso chamánico de la ayahuasca

Mientras empresas como Compass intentan patentar su versión sintética de la psilocibina y se anuncian los primeros preparados de ayahuasca en píldoras, se está fraguando el cisma entre dos visiones de la sanación (y de la salud): la visión biomédica dominante y la visión chamánica tradicional, «una espiritualidad no religiosa en la que espiritualidad y sanación son dos caras de la misma moneda», en palabras de López-Pavillard, autor del libro ‘La vida como proceso de sanación’.

El abogado Francisco Azorín habla incluso de “guerra” entre ambas aproximaciones en el uso de psicodélicos para la salud mental: «la farmaindustria está detrás de las moléculas de estos psicodélicos y va a haber una guerra en la que se intentarán cargar el modelo chamánico ceremonial para que la opinión pública sólo vea con buenos ojos las prácticas biomédicas».

En la confrontación de ambas visiones existe un trasfondo ontológico –la salud individual frente a la salud comunitaria de la cosmovisión indígena- pero también poderosos intereses económicos a la hora de delimitar quién está cualificado para dar estas plantas maestras.

En su doble condición de psicólogo y veterano facilitador de ayahuasca, Manuel Villaescusa puede opinar con conocimiento de causa sobre esta querella. «Los primeros que deberían ser autorizados son los taitas, curanderos, chamanes, vegetalistas… que son los verdaderos expertos en estas sustancias y tienen un saber que los médicos psiquiatras no tienen. Hay mucho que aprender de ellos».

Por otro lado, apunta Villaescusa, «estas sustancias no están delimitadas en el ámbito de los fármacos, porque también tienen usos religiosos, espirituales… todo esto sobrepasa el ámbito de actuación de las compañías farmacéuticas». Finalmente, «no son fármacos al uso, sino que son sustancias que tienen su eficacia y su uso en contextos ceremoniales».

Indígenas vs farmacéuticas

Los pueblos indígenas del Amazonas ven con creciente preocupación el interés de las empresas farmacéuticas por lo que estas denominan “psiquedélicos” y ellos “plantas sagradas”. La pasada IV Conferencia Indígena de Ayahuasca, que tuvo lugar en el territorio de Acre, en Brasil, el pasado mes de septiembre, culminó con una declaración en la que los custodios de la ayahuasca expresan su «preocupación por la comercialización de la biodiversidad y la expansión de la ayahuasca y las medicinas asociadas a ella entre los no indígenas, ahora y en el futuro».

No en vano, la ayahuasca es mucho más que un té de plantas –y, definitivamente, más que un “psiquedélico”- para los pueblos de la Amazonía, según explica Ben de Loenen, fundador y presidente de ICEERS, con sede en Barcelona: «La ayahuasca es el pilar de la espiritualidad indígena y la primera línea de defensa de sus territorios (…) Cuando decimos “ayahuasca” en el mundo indígena hablamos de mantener sana la conexión con la vida, que hemos partido en mil piezas en nuestro sistema médico occidental, donde la salud física, la mental y la medioambiental van por separado».

Este pulso entre dos epistemologías opuestas, cuando no contradictorias entre sí, es el que se está dirimiendo en España y en el resto del mundo, según De Loenen. «Tachar las prácticas tradicionales como una pseudociencia, que es la actitud dominante en España,  es una perspectiva colonialista que no reconoce la diversidad de los sistemas médicos. Esto va combinado con la entrada de la industria psicodélica, donde hay un interés creciente por plantas “psicodélicas”, una término desconocido  para referirse a las plantas sagradas de los indígenas y cuya intención es sacarlo del contexto cultural y meterlo en un sistema biomédico».

En consecuencia, una eventual prohibición «sólo aumenta el problema porque impide el diálogo constructivo entre instituciones y la sociedad civil, y esto es lo que hace falta. Si el objetivo es proteger la salud pública, al prohibir y perseguir la ayahuasca están totalmente equivocados», concluye el fundador de ICEERS.

Publicado originalmente en Lucid News: ‘Ayahuasca Arrests on the Rise in Spain’.

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‘El (pen)último sobre la ayahuasca en España’, ICEERS, abril de 2021.

‘¿Es legal la ayahuasca en España?’, Plantaforma, 13 de septiembre de 2021.

«Hay una guerra para cargarse el modelo chamánico y que prevalezcan las prácticas biomédicas», Plantaforma, 10 de febrero de 2023.

‘Qué es una deriva sectaria’, Miviludes.

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