Ayahuasca, sectas y otras mentiras: intoxicación informativa en ‘ABC’

El pasado 14 de julio, el diario ABC publicó un artículo titulado «Barajas, puerta de entrada de la ayahuasca, droga de sectas» repleto de desinformación, errores y medias verdades. Desde Plantaforma para la Defensa de la Ayahuasca hemos enviado una carta al director de ABC, Julián Quirós, solicitando la rectificación del citado artículo y señalándole algunos de los errores, nada inocentes, en los que incurre.

El artículo de ABC forma parte de una estrategia de (des)información de la Policía Nacional, más concretamente el grupo especializado en “sectas destructivas” dependiente de la Comisaría General de Información con sede en Madrid. En los dos últimos años, esta división ha encabezado varios operativos contra grupos ayahuasqueros a los que ha acusado, reiteradamente y sin pruebas, de “sectas”, un epíteto vacío de contenido utilizado como arsenal en la guerra por el relato que se disputan las fuerzas del orden y la comunidad de la planta en España.

Además del sinfín de errores y falacias que exponemos a continuación, el artículo firmado por Carlos Hidalgo omite un dato nada baladí: a día de hoy, ni una sola de las operaciones contra “sectas ayahuasqueras” iniciada por la Policía ha recibido una sentencia condenatoria por parte de los jueces. Muy al contrario, las sentencias han sido absolutorias y, en en no pocas ocasiones, han obligado a la policía a devolver a sus legítimos propietarios la ayahuasca “incautada”.

Carta al director

A continuación, un extracto de la carta que hemos enviado al director de ABC:

«En primer lugar, conviene aclarar que la ayahuasca no constituye una «droga» en el sentido recreativo. Se trata de un preparado vegetal utilizado desde hace siglos por las comunidades indígenas amazónicas con fines ceremoniales y terapéuticos. En la mayoría de los países, incluyendo España, la ayahuasca no resulta ilegal. Únicamente se encuentra regulada la sustancia DMT (dimetiltriptamina), presente en una de las plantas que la componen, la chacruna (Psychotria viridis). Asimismo, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) ha declarado en diversas ocasiones que ninguna planta ni material vegetal que contenga DMT, como la ayahuasca, se encuentra bajo control internacional según la Convención sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971. Esto significa que, en el ámbito internacional, la ayahuasca no aparece fiscalizada. 

La mejor prueba de la no fiscalización de la planta son las decenas de casos judiciales sobreseídos por los tribunales españoles relacionados con la ayahuasca. A éstos hay que sumar las crecientes devoluciones de la bebida sacramental a sus propietarios, ordenadas por los jueces. Estos datos significativos aparecen silenciados en el artículo en cuestión.

Sensacionalismo

La narrativa que vincula la ayahuasca con sectas peligrosas resulta frecuentemente exagerada y sensacionalista. Si bien se ha documentado puntualmente la existencia de grupos que pueden aprovecharse de la vulnerabilidad de las personas, también es cierto que existen organizaciones legítimas y respetadas que facilitan ceremonias de ayahuasca de manera ética y segura, priorizando el bienestar de los participantes y respetando profundamente las tradiciones indígenas. 

Los efectos de la ayahuasca, que incluyen mareos y vómitos, forman parte de su proceso de purga tradicional. Bajo supervisión adecuada, la ayahuasca no presenta peligros significativos y ha demostrado ejercer beneficios terapéuticos en el tratamiento de trastornos mentales y emocionales. Si los periodistas de su periódico necesitan más información sobre este particular, les invitamos a ver el documental ‘La ciencia de la ayahuasca’, producido por Plantaforma y libremente accesible en YouTube.

Por último, las plantas que componen la ayahuasca no se encuentran en la Lista 1 del Convenio de Viena: sólo aparece la DMT. Es importante realizar esta distinción para no perpetuar la desinformación. Además, la narrativa que asocia el uso de ayahuasca con delitos sexuales resulta extremadamente dañina y requiere pruebas concretas antes de ser divulgada.

La desinformación puede generar miedo y estigmatización innecesaria. En lugar de propagar una imagen negativa y unidimensional, invitamos a fomentar una comprensión matizada y bien informada sobre la ayahuasca y sus usos. En ese sentido, instamos a su medio a considerar estos aspectos y a contribuir a un diálogo más equilibrado y fundamentado sobre el tema. Estamos disponibles para colaborar y proporcionar información basada en evidencia científica y experiencia práctica en el campo.

Catálogo de falsedades

A continuación, enumeramos las afirmaciones del artículo que contienen falsedades o malentendidos:

1. «Ayahuasca, la droga de las sectas». Falso: la ayahuasca no constituye una «droga» en el sentido recreativo, sino un preparado utilizado tradicionalmente por comunidades indígenas con fines ceremoniales y terapéuticos. Asociar su uso exclusivamente con sectas supone una simplificación inexacta.
2. «Esta planta ilegal ha sido incautada». Inexacto: la ayahuasca no resulta ilegal en sí misma en España. La que está regulada es la DMT, un componente de la ayahuasca. Su uso ceremonial y tradicional no está explícitamente prohibido y en muchos casos se permite bajo ciertos contextos.
3. «Peligrosos “viajes” extracorpóreos». Exagerado: aunque la experiencia puede resultar intensa, muchos estudios han demostrado que bajo supervisión adecuada, la ayahuasca no presenta peligros significativos y puede reportar beneficios terapéuticos.
4. «Siempre hay un gurú». Generalización: no todos los facilitadores de ceremonias de ayahuasca son «gurús». Existen muchos practicantes serios y respetados con formación y un enfoque ético y seguro.
5. «Empresas catalogadas de sectas». Falso y difamatorio: muchas organizaciones que facilitan ceremonias de ayahuasca lo hacen de manera legítima y no guardan ninguna relación con sectas coercitivas.
6. «Psicodélicos peligrosos». Sesgado: aunque los efectos pueden incluir mareos y vómitos, éstos forman parte del proceso de purga tradicional. Con supervisión adecuada, la ayahuasca resulta segura.
7. «Lista 1 del Convenio de Viena». Impreciso: la planta de ayahuasca no se halla en la Lista 1 del Convenio de Viena; sólo la DMT. La distinción es importante y no debe confundirse.
8. «Prohibición total excepto para fines científicos». Incorrecto: la Convención de 1971 y otros tratados internacionales permiten el uso tradicional de plantas que contienen sustancias psicotrópicas.
9. «Delitos sexuales». Sospechoso y sensacionalista: asociar el uso de ayahuasca con delitos sexuales sin pruebas concretas resulta difamatorio y sensacionalista».

Atentamente:

Plantaforma para la Defensa de la Ayahuasca

www.plantaforma.org

La carta al director del ABC ha sido escrita con la inestimable colaboración de nuestro compañero Igor Domsac.

Más información:
‘Ayahuasca, sectas y desinformación’, ICEERS, 11 de abril de 2023.

‘Óscar Palet, abogado: la ayahuasca no es una droga. Destruirla es ilegal’, Plantaforma, 28 de abril de 2024.