Bruselas mira hacia la terapia psicodélica para paliar la crisis de salud mental en Europa

Una fría mañana de febrero de 2020 sonó el teléfono en el despacho de David Nutt en el Imperial College de Londres: “El momento ha llegado”, sonó desde Lisboa la voz de Tadeusz Hawrot, nacido polaco y buen conocedor de los engranajes de poder en las instituciones de la Unión Europea.

Nutt y Hawrot se habían conocido dos años antes en Bruselas, la capital política europea y donde el inglés ejercía de presidente del European Brain Council, una ONG de pacientes con enfermedades mentales con sede en Bruselas. Nutt es neuropsicofarmacólogo, activista de los psicodélicos e incluso durante un breve período asesor científico del gobierno inglés sobre este particular. Sin embargo, es más probable que le conozcas por este conocido gráfico sobre la peligrosidad de las drogas*:

Durante su primer encuentro en la capital política de la Unión Europea, el científico británico y el activista polaco estuvieron de acuerdo en la necesidad de impulsar una reforma política en la legislación sobre psicodélicos, en tanto el ‘renacimiento psicodélico’ estaba dando grandes pasos en Norteamérica y Australia mientras Europa parecía quedarse rezagada.

Aquella reunión sentó las bases para la fundación de PAREA, una “coalición” de asociaciones psicodélicas europeas (The Beckley Foundation, Open Foundation, ICEERS…), colegios médicos como el European College of Neuropharmacology o el European Psychiatric Association or European Brain Council y, por último, pero no por ello menos importante, asociaciones de pacientes.

Tadeusz Hawrot vive en Lisboa, estratégicamente cerca de la sed del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT, EMCDDA, en sus siglas en inglés), el equivalente del Plan Nacional sobre Drogas español. ¿Está retrasada Europa con respecto a Estados Unidos en material de psicodélicos? «Estábamos retrasados, pero ya no tanto. Estamos despertando al gigante regulatorio europeo –explica vía Zoom el fundador de PAREA-. La regulación es importante porque queremos evitar la introducción prematura de terapia con psicodélicos antes de su regulación total, porque en caso contrario se puede poner en peligro la salud del paciente y la sostenibilidad a largo plazo de este tipo de tratamientos… y no queremos repetir errores del pasado».

Tadeusz Hawrot, fundador de PAREA.

El ‘gigante dormido’ empezó a desperezarse el pasado 6 de diciembre. Aquel fue un día histórico para el ‘renacimiento psicodélico’ en Europa: el Parlamento Europeo celebró una jornada sobre el uso de psicodélicos en salud mental impulsada, cómo no, por PAREA, y con la participación de David Nutt, Jan Ramaekers, el propio Tadeusz Hawrot y el psicofarmacólogo Antón Gómez-Escolar, una de las caras más reconocibles del ‘renacimiento psicodélico’ en España.

Gómez-Escolar asegura que se trajo una «impresión muy buena», de Bruselas, «los europarlamentarios que vinieron a escucharnos venían con los deberes hechos, sabían de lo que hablábamos». Este investigador y divulgador de la terapia asistida con psicodélicos asegura que existe una «situación de urgencia» en la salud mental de los europeos, una situación que ya era grave antes del Covid pero que se ha convertido en críticas tras la pandemia.

Salud mental en Europa

Uno de cada seis ciudadanos europeos sufren algún problema de salud mental, con un considerable impacto económico que alcanza el 4% del PIB de la Unión Europea, según un reciente artículo de The Lancet. La pandemia de Covid y el confinamiento han sido especialmente duros para el segmento más joven de la población: el número de jóvenes adultos (18-29 años) con síntomas de depresión se duplicó entre 2019 y 2021 en el continente, y en los países nórdicos (Noruega, Suecia, Islandia o Estonia) esta cifra se cuadriplicó, alcanzando un escalofriante 30-40% de la población.

Ante esta avalancha de nuevos pacientes, psicólogos y psiquiatras carecen de herramientas. En palabras de Amanda Feilding, alma máter de The Beckley Foundation y la más icónica defensora de las drogas psicodélicas en Europa, «a pesar del rápido crecimiento de los problemas, ha habido sin duda muy poco progreso en cuanto a opciones de tratamiento desde 1974, con el descubrimiento de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, como la fluoxetina y el citalopram. Eso es todo hasta la fecha».

David Nutt, colega y aliado de Feilding, corrobora sus palabras: «El campo de la investigación y la innovación en psiquiatría ha estado bastante embotado en las últimas décadas, y es probable que los psicodélicos sean el avance más profundo en este ámbito desde los años 50». David Nutt, Amanda Feilding y Robin Carhart-Harris formaron entre 2008 y 2020 el más sólido triángulo investigador sobre psicodélicos en el mundo, gracias a la alianza entre Beckley y el Imperial College London.

David Nutt.

La excepción británica

El Reino Unido no forma parte de la Unión Europea desde el 1 de febrero de 2020, tras el referéndum del Brexit. Este nuevo estatus permite a las islas británicas desmarcarse -para bien y para mal- de las decisiones de Bruselas. En el caso de la terapia con psicodélicos, el Tesoro inglés ha aprobado un fondo de 10 millones de libras para la Medicines and Healthcare products Regulatory Agency (MHRA)

Este dinero se utilizará para acelerar la implantación de tratamientos médicos innovadores, incluyendo los psicodélicos. En consecuencia, el Reino Unido podría acortar en uno o dos años la incorporación de la terapia psicodélica a su sistema de salud, poniéndose a la par con Estados Unidos y esquivando la pesada burocracia de Bruselas. 

Despertar al ‘gigante dormido’

Para comprender el proceso de regularización de la terapia psicodélica es preciso conocer, al menos superficialmente, el proceso de funcionamiento interno de las instituciones de la Unión Europea. La decisión de incorporar los psicodélicos al vademecum de los sanitarios corresponde a la Agencia Europa del Medicamento (EMA), con sede en Amsterdam. Sin embargo, «la EMA no aprueba medicamentos, sino que hace recomendaciones a la Comisión Europea, que es la que pone el sello final», explica Tadeousz Hawrot, de PAREA. 

La Comisión Europea está formada por representantes de los 27 gobiernos nacionales que integran la Unión Europea y ejerce las veces de poder ejecutivo de la institución. Las propuestas del Consejo son debatidas y aprobadas por los 700 parlamentarios que integran el Parlamento Europeo y que son elegidos por votación popular en cada país miembro.

Una vez completado este procedimiento, queda un último eslabón para hacer posible que los hospitales puedan administrar MDMA o psilocibina a los pacientes: cada estado miembro debe incorporar las directivas aprobadas por la Comisión Europea a la legislación nacional. Esta “trasposición” (nombre técnico) es de carácter obligatorio.

En  el caso de los psicodélicos hay que vencer un último escollo: el que representa la inclusión de estas sustancias en las listas de sustancias prohibidas de la Convención Única de Estupefacientes (1961), cuya aplicación vigila atentamente la JIFE, organismo dependiente de la ONU, con sede en Viena.

«No es estrictamente necesario pero sí que sería tremendamente útil que los psicodélicos salieran de la lista de sustancias prohibidas», afirma Antón Gómez-Escolar, director de la colección de libros Guías del Psiconauta. «De hecho, el uso científico de las sustancias siempre está autorizado, independientemente de su estatus legal, pero es cierto que de cara a escalar esto a nivel de servicio nacional de salud supondría un problema importante que estas sustancias siguieran en la Lista 1».

De hecho, Gómez-Escolar pone de ejemplo el caso de Australia, que recientemente se ha convertido en el primer país del mundo en autorizar el uso terapéutico de los hongos alucinógenos y la MDMA. La iniciativa no ha partido de la Agencia Australiana del Medicamento sino de los propios parlamentarios, que consideran suficientemente probada la eficacia de estos fármacos para afrontar la crisis de enfermedad mental que también sufre el país austral. Al aprobar este uso, Australia estaría infringiendo la legislación internacional de estupefacientes y, sin embargo, nadie ha pedido -de momento- invadir Australia.

España, el renacimiento que pudo ser

El empuje de Rick Doblin y su organización, MAPS, está a punto de conseguir que la MDMA sea aprobada en Estados Unidos para el tratamiento del estrés post traumático. Curiosamente, una investigación análoga se inició en España hace más de 20 años pero fue abruptamente interrumpida por los políticos, temerosos de la fama de una droga (el éxtasis) que en aquel entonces llenaba titulares por las muertes en las discotecas.

Aquella investigación fue liderada por José Carlos Bouso, uno de los más destacados investigadores de las drogas psicodélicas a nivel mundial, y que en aquella época hizo tándem con el malogrado doctor Jordi Riba para estudiar científicamente los efectos neurológicos de la ayahuasca, adelantándose décadas a otros laboratorios que hoy protagonizan -en otras latitudes- el ‘renacimiento psicodélico’.

«Por desgracia, tenemos una clase política tremendamente ignorante que no mira más allá de sus prejuicios o los de sus votantes», opina compungido Antón Gómez-Escolar. España carece hoy en día de una industria en torno a los psicodélicos pero, a pesar de todo, reúne algunos elementos que hacen este país idóneo para que florezca el renacimiento psicodélico: una legislación laxa en materia de drogas (especialmente en relación a sus vecinos, Italia y Francia); una prolongada y viva tradición de chamanismo ‘underground’, un clima excelente (para los retiros psicodélicos) y una gran tolerancia social respecto al uso de estupefacientes.

Sin embargo, es improbable que España se convierta en la Jamaica del continente. Los dos partidos que se alternan en el poder, PP y PSOE, compiten por el cetro del prohibicionismo en las drogas psicoactivas, y sólo moverán ficha cuando Europa legisle a favor de la terapia con psicodélicos. Este inmovilismo explica que merezca la pena hacer ‘lobby’ en Bruselas en lugar de esperar un milagro en Madrid.

¿Cuándo estará disponible la terapia asistida con psicodélicos para los pacientes europeos? Uno o dos años después que en Estados Unidos, según los expertos consultados para este artículo. 

«El tratamiento con psicodélicos ha cambiado la mente de nuestros pacientes cambiándoles su cerebro. Lo que necesitamos ahora es cambiar las mentes de los profesionales de la salud y los políticos sobre estas terapias para poder traerlas de vuelta a la práctica médica».

*Efectivamente, un millón de personas muere cada año en Europa por causa del alcohol, mientras se pueden contar por decenas el número de muertes por psicodélicos. Sin embargo, el alcohol es legal y el LSD o los hongos psylocibe están prohibidos en Europa.


Publicado originalmente en Lucid News: ‘The EU is Inching Closer to a Psychedelic Renaissance’.

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Previously, on Lucid News: ‘Ofensiva policial contra la ayahuasca en España’

2 pensamientos sobre “Bruselas mira hacia la terapia psicodélica para paliar la crisis de salud mental en Europa

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