El centro Takiwasi lleva más de 30 años utilizando la medicina tradicional amazónica para el tratamiento de las adicciones a drogas de abuso. Fundada en Tarapoto (San Martín, Perú) en 1992 por el médico francés Jacques Mabit, Takiwasi es un centro de referencia en el uso de la ayahuasca y otras plantas amazónicas para la desintoxicación de toxicómanos del Perú y el resto del mundo.
En los últimos tiempos, el perfil de los postulantes a acudir al centro (que atiende a un número máximo de 15 residentes simultáneos) ha evolucionado desde el clásico usuarios de drogas de abuso (cocaína, heroína, marihuana, pasta base, etc.) a un nuevo perfil, que suma estas sustancias el consumo de medicamentos psiquiátricos: Quetiapina, Clorazepam, Olanzapina, amén de otros antipsicóticos y benzodiacepinas, según nos explica el psicólogo Uriel López Legaria, responsable terapéutico de Takiwasi en los últimos siete años:
«Estos postulantes han acudido al médico para tratar su adicción y lo que han recibido son medicamentos de sustitución, fármacos con los que “paliar” el consumo de drogas. Sin embargo, lo que han hecho estos tratamientos es agregar a las adicciones una nueva adicción a medicamentos psiquiátricos. Esto complejiza mucho el problema, incluso hay personas que nos cuentan cómo falsificaban las recetas del medicamento psiquiátrico que tenía prescrito, o mentían a su médico para conseguir más medicamentos y más dosis de las que necesitaban».
En definitiva, «el modelo occidental aborda el problema de la adicción intentando sustituir una sustancia ilegal con otras sustancias legales y muchas veces más adictivas», concluye López Legaria.
Que la industria farmacéutica compita con los carteles de las drogas no es ningún secreto. La crisis de los opioides se ha llevado cada año más de 60.000 vidas en Norteamérica desde mediados de los 90, a raíz del lanzamiento del OxyContin, un opioide para el dolor que fue recetado ampliamente por los médicos, según denuncia el documental ‘The Crime of the Century’.
Sin llegar a los niveles de mortandad de los opioides, España tiene el triste record de ser el país del mundo con mayor consumo de benzodiacepinas, con un crecimiento del 27% en los últimos dos años de antidepresivos y ansiolíticos. La adicción a los psicofármacos ya es, en España, un problema de salud pública.
Modelo de Takiwasi
El modelo de abordaje de Takiwasi se compone de varios niveles y fases. El paciente –“residente”, según el argot del centro- es sometido a un proceso de desintoxicación física que se prolonga durante dos o tres semanas y concluye con una dieta de plantas en la soledad del tambó. Aquí es donde entran en juego la ‘purgahuasca’, la ayahuasca y los maestros vegetalistas. Esta limpieza no sólo sucede a nivel físico sino también espiritual, según explica Uriel:
«Es bien importante para Takiwasi no desvincular las plantas con esta dimensión espiritual. No puede haber lo uno sin lo otro. Esta es otra de las novedades que brinda el tratamiento, la dimensión espiritual. Es importante limpiar con las plantas a nivel energético todo tipo de problemáticas, porque la adicción no es un problema que pueda atomizarse, es todo un conglomerado de situaciones y, si bien hay pacientes que tienen problemáticas de soledad, de depresión, de falta de sentido de vida, si no se aborda esta dimensión espiritual, si no se limpia, puede estar años hablando en terapia y no avanzar nada porque no se ha abordado a nivel espiritual».
La ciencia positivista, cartesiana, ni siquiera contempla la dimensión espiritual, así que se abre un abismo para reconciliar epistemológicamente la medicina tradicional indígena con la medicina “basada en hechos”.
«Esto tiene que ver con un sesgo de la ciencia –apunta Uriel López- que no puede permitirse ser “observadores participantes” en el proceso de aprendizaje de los procesos que suceden en las sesiones de ayahuasca. Este tabú en torno a la espiritualidad siempre va a existir en tanto no haya una flexibilidad o un atrevimiento a cruzar ese puente, de un modelo a otro, de una matriz cultural a otra. Lo que nosotros tratamos de demostrar es que pueden integrarse y articular ambos. Tienen muchas cosas más de coincidencia que de incongruencia. En ese sentido, el modelo Takiwasi ha permitido demostrar que la articulación puede ser viable y posible, y explicar el fenómeno de la adicción desde ambos modelos. Cuando los residentes salen y son evaluados manifiestan que la dieta es el recurso de la medicina tradicional que más les ha ayudado, este aislamiento en la selva tomando plantas maestras. Recursos hay varios, ¿cómo hacemos para que cohabiten para ayudar al proceso de salud de una persona? Creo que el reto está en ir más allá del modelo de representación, en este caso de la ciencia moderna para entender los fenómenos que acontecen en un trabajo con plantas».
Una vez finalizada la desintoxicación física se procede a la desintoxicación psíquica, que dura unos 4 meses y en el que entra en juego el nutrido equipo terapéutico de Takiwasi, liderado por el propio doctor Mabit y el psicólogo Jaime Torres. «El acompañamiento que se da en la convivencia permite reestructurar a las personas elementos que han sido rotos y restituir vínculos sanos. Esto es un aporte psicoemocional, social y de aspectos relacionales», resume Legaria.
La ayahuasca NO es una droga
¿Cómo es posible que la ayahuasca, que algunos califican de “droga”, pueda servir para romper el hábito con la droga? En palabras de Uriel López Legaria,
«El concepto “droga” tiene que ver con un concepto occidental. “Droga” es, desde este punto de vista, cualquier sustancia que pueda alterar el funcionamiento cognitivo de las personas, mientras que la ayahuasca es un “enteógeno”, nace de un contexto indígena, completamente ajeno a esta definición occidental de “droga”. La ayahuasca no genera ningún tipo de adicción. Es importante ver desde dónde se está enfocando la definición, la medicina tradicional indígena plantea un modelo simbólico y representativo, completamente diferente al occidental, que es racional, objetivo, cuantificable. Desde esta perspectiva, la ayahuasca no es una droga sino un recurso terapéutico de la medicina tradicional indígena».
Pero la ayahuasca es sólo la planta (o combinación de plantas) más conocida de la medicina tradicional amazónica, y en Takiwasi se trabaja con su infinita “farmacopea”:
«Hay tres modalidades de plantas: las psicoactivas, donde está la ayahuasca y, en cierta forma, el tabaco, la purgahuasca, que viene de la tradición awajun y está asociada a un rito de paso a la adultez.
También usamos plantas maestras en modo contención, es decir, están preparadas en extractos frescos o decocciones y son brindadas a los pacientes en un período de 8 a 10 días, y ahí está el chiric sanango, uchu sanango, la bobinsana, el ajo sacha, el ushpawasha sanango, el chuchuhuasi, el conglomerado de palos, la camalonga o la mucura. Estas plantas permiten a los pacientes a aprender cosas, a integrar elementos que cada una de estas plantas brindan, les ayudan a adquirir fortaleza, disciplina, orden, congruencia, discernimiento, perspectiva, en función de cada planta.
También están las plantas purgativas que son para desintoxicar a nivel físico, emocional y psico-espiritual, como la yawar panga, la verbena, el tabaco, el sauco, el paico, la azucena, el jengibre y el ojé».
Resultados tangibles
Una vez conocido, someramente, el abordaje terapéutico de Takiwasi, ¿cuáles son los resultados tangibles del mismo?, ¿qué tasas de abstinencia y recaída tienen los residentes una vez que vuelven a sus casas?
«El efecto de la dieta dura toda la vida. Se dan casos de pacientes que tienen consumos esporádicos al volver a casa, y esto tiene que ver con una dificultad que no supieron cómo gestionar. Sin embargo, hay quien tuvo el reflejo de llamarnos o escribirnos para decirnos “tuve una recaída”, entonces se les ayuda a gestionar. La vuelta al consumo esporádico puede ser parte del proceso de curación. Los residentes no salen de Takiwasi con la vida resuelta, y tienen que gestionar las situaciones difíciles que les van a acontecer en el día a día y seguro que van a cometer errores. Aproximadamente, el 50% ya no consume, y un porcentaje menor puede tener recaídas ocasionales por la falta de recursos o incluso por no trabajar temas durante el tratamiento. Finalmente, hay quienes no les funcionó el modelo, si bien queda la huella de Takiwasi en la huella personal»
En la página web de Takiwasi pueden consultarse los datos más precisos, a partir de estudios científicos, sobre la eficacia del tratamiento basado en medicina amazónica y psicoterapia occidental.
Enlaces:
“Los peores años de la crisis de opioides en EE.UU. no han pasado”, BBC, 21 de junio de 2021.
‘Las plantas maestras amazónicas en modo contención’, Uriel López Legaria, Takiwasi, julio de 2020.
‘¿Es la ayahuasca una droga?’, Plantaforma, 19 de enero de 2021.
Gracias,
Ce que j’aime par dessus tout au centre est que la vie y est comme dans une famille. Le temps passe et chacun grâce au travail avec les plantes peut trouver sa propre place et construire sa Vie sa personne pour s’épanouir. Je suis Lionel, un botaniste volontaire qui ai passé 3 mois avec vous… La nature a tout à nous apprendre a tout pour nous nourrir. La vie moderne a tendance à nous polluer par le bruit, les informations erronées ou contradictoires… La nature elle prend le temps de nous confronter à la réalité. Chacun passe par tout les stades de la Vie humaine. Enfance, jeune adulte et adulte… Merci encore de m’avoir donné un aperçu de la Vie parmis vous… J’espère ici en France créer un Centre comme celui-ci. Non pour donner de l.ayahuasca mais pour Vivre avec le même projet de guérison avec la nature les plantes et la prière (los icaros)… Gracias a todos.. J’espère en nos Vies… En France nous avons certains endroits rêvés pour créer ce genre de projet. Reste pour moi à réunir des personnes ayant la même Vision pour ensemble Vivre en Harmonie avec la nature… Gracias