“Un colibrí muerto aparece en el jardín de Yuriana, una niña con problemas de comunicación que vive en el Amazonas peruano. Ese día su mundo cambia y deberá enfrentarse a todos sus miedos para por fin encontrar su voz”.
Esta es la sinopsis de ‘El jardín de Yuriana’, un cortometraje de ficción rodado con medios mínimos y altísimo entusiasmo Luis Solarat y Natalia Mejía, dos enamorados de la selva amazónica que han querido devolver con este lindo cuento todo lo recibido por la floresta y sus habitantes.
El rodaje de El jardín de Yuriana se extendió por seis meses en Madre de Dios, región de la selva peruana, con actores no profesionales, en un escenario de ensueño: una casita de madera a orillas del río Tambopata, en el corazón mismo de la selva amazónica peruana.
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