«Para mí, la Amazonia es la última frontera, un universo misterioso donde el poder de la naturaleza se puede sentir como en ningún otro lugar de la Tierra. Aquí, hay un bosque que se extiende hasta el infinito y que contiene una décima parte de todas las especies vegetales y animales existentes. Es el laboratorio natural más grande del mundo», escribe Sebastião Salgado en el prólogo de su nuevo libro ‘Amazonia’, que acaba de publicar Taschen.
Durante seis años, Salgado viajó por la Amazonia brasileña y fotografió la inigualable belleza de la región: el bosque, los ríos, las montañas y sus habitantes, un irreemplazable tesoro de la humanidad.
Salgado visitó a docenas de tribus indígenas que viven en comunidades repartidas por la mayor selva tropical del planeta. Documentó la vida cotidiana de los yanomamis, los asháninkas, los yawanawás, los suruwahás, los zo’és, los kuikuros, los waurás, los kamayurás, los korubos, los marubos, los awás y los macuxis: sus estrechos lazos familiares, cómo cazan y pescan, cómo preparan y comparten las comidas, su maravilloso talento a la hora de pintarse el rostro y el cuerpo, la importancia de sus chamanes, sus danzas y rituales.